¿Existe algún límite para los pensamientos?
Me imagino que el límite lo impone uno mismo sobre una base que parece infinita, o tal vez lo es.
Hubo algunos momentos en qué los pensamientos me parecieron demasiado pesados, que muchas veces carecían de sentido o bien que no podían contenerse en la realidad que se vive.
Entonces un día pensé que debería hacer cajas. Podías guardar toda una serie de pensamientos y las interacciones que tienes con ellos, lo que entiendes de una cosa y lo que no, lo que crees entender y lo que parece creíble pero incierto. Y esto es una cuestión bien lógica, que consiste en dada una circunstancia determinada esta no puede tomarse por cierta si no se cumplen los requisitos de respuesta o aceptación, es decir, como esperar armar una casa y vivir en ella sin techo, la lógica indicaría que es imposible.
La caja por tanto podría almacenar una serie súper grande de circunstancias que pueden almacenarse en nuestra mente sin que las circunstancias comprueben verdad dada la falta de información, ya lo había escrito antes, pero creo que lo estoy explicando más detalladamente. En esa caja mantienes esa información sin necesidad de hacer interactuar con la realidad que sucede, lo que es tangible y observable, lo que puede comprobarse de manera fácil y estándar, o lo que no necesita una comprobación debido a su propia naturaleza. La caja permite actuar de manera normal ante una serie de circunstancias que no ameritan tomar en cuenta lo que en tus pensamientos se generan.
Lo que está en la caja no deja de existir, simplemente dada la falta de información no puede ser tomada en cuenta como una verdad inherente a la realidad o a esta realidad, es una medida de protección para evitar confundir las cosas.
También por lo tanto es una manera de actuar conforme a una serie de pasos en lo que lo importante es no confundir la realidad con los pensamientos, lo que uno cree de las cosas o lo que uno considera en la mente que sucede. Me imagino que esto puede ayudar a entender que uno siempre debe de mantener el control de nuestra propia mente.
Francisco de Quevedo, Los Sueños, Editorial Espasa Valpe. PP. 47.
(¿En dónde está el libro? Con Alejandro O. (Abril 4, 2024))
Hay que también considerar, que muchas veces, por cuestiones de casualidad los pensamientos a veces se adornan un poco con lo que está pasando, lo importante es considerar lo anterior, en una matriz de lógica.
Aquel participante sabiendo esto, y que define su interacción como entretenimiento para confundir más todo, entonces estoy seguro que bien podría considerarse que tiene la conducta muy poco apropiada de una persona que se supone que se sujeta a las cosas o actitudes que de bien son.
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