Parte de todo, se resuelve, encontrando la ayuda adecuada entonces.
A veces, saber que sí te ayudará y qué no, es mucho más complicado que el problema como tal.
Muchas veces creí que tal vez, las soluciones presentadas me ayudarían, tenía una cierta "fe", pero no fue así. No sabía en ese momento que no toda la ayuda es buena, no todo lo que hacemos pensado en estar bien de verdad funciona.
Y tenemos que saber eso, porque sino, la solución final, es eligir lo peor para desde allí empezar a crear.
Al final, no podíamos perder más de lo que ya hemos perdido, al final, tendremos y nos quedaremos con lo que se tenga que quedar, con lo que hayamos aprendido, y bueno, no dudo que pueda ser que al final, no tenga cosa, persona o situación que haya permanecido, me imagino que ese es el sacrificio de tardar tanto en solucionarme.
Tal vez, no tenga ni mucho menos el respeto de la gente, ni su empatía o simpatía. Pero en cierto momento te das cuenta que el respeto solo parece ser una cuestión de arreglo, que puede ser real o no, y que parece una cuestión más estética que de verdadera valorización, pero la esencia, lo que realmente se sabe que uno pudo o no pudo hacer, que solucionó o no, lo que se vivió, eso sí importa.
Está fue mi prueba, y solo fue para mí, aunque creo que todos quisieron participar y cada quién eligió reprobarse.
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