Y entonces, fui a la parte de atrás, no sé bien que buscaba, pero atrás están los limones. Entonces descubrí la flor de azhar.
Después caminaba hacia el campo, y cómo siempre, me percaté que allí está siempre, en todo momento, en todas partes, y se hace tan presente. Me imagino ese poder e inteligencia infinita.
Hay ciertos momentos en los que de verdad quisiera poder explicar lo que veo y lo que se siente.
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