En cada palabra de cada oración se guarda parte importante de una verdad, de una realidad, de una negación.
Pregunte y responda lo que quiera, pero de manera inconsciente ya está revelando parte de lo que es.
Estuve por Tlatelolco, que por cierto, ya no me sentí inseguro allí, pasé por donde antes viví. La perspectiva cambió.
Estuve por revolución y reforma, como casi siempre. Caminé y caminé. Siempre lo he hecho solo, me imagino que la sofisticación viene enmarcada en soledad. Pero estuvo bien, llegué hasta la Estela de Luz, disponía a tomar el metro en Chapultepec, pero pensé: siempre hago esto así, llego hasta aquí y me retiro de la misma manera, qué jodido aburrido. Decidí cambiar aunque sea un poco, tome el metro en Sevilla, un ligero cambio que provocó un cambio de perspectiva.
Antes de eso, me senté un momento allí en dónde está la entrada al Bosque de Chapultepec, caminé alrededor, y pensaba más, ¡qué hermosa perspectiva pasar estos momentos pero qué cruel destino pasarlo sin poder estar con alguien!, sin mirar a nadie a lo ojos y poder saber que compartimos la misma emoción. No me sorprendí, más bien me sentí decepcionado de que en tan basta ciudad no se cruzaran los caminos y no encontrara a persona similar con quien poderse acompañar.
Al final, como casi siempre, me sentí confortado porque no dependí de nadie para poderlo hacer solo.
Por cierto, cómo mi familia piensa que soy un bueno para nada, estoy obligado a buscar un empleo donde « demuestre » que tengo « habilidades ». Y bueno, también para mantenerme, porque sinceramente, a pesar de sonar mega egocéntrico, no dudo ni tantito de las habilidades que tengo, más bien dudo de la sociedad de poder reconocer en las personas los talentos ocultos, y vaya que muchas personas podrían llegar tan alto y tan lejos, sin tan solo no acotáramos a « ser útil socialmente » cuando alguien tiene un trabajo.
La creación de cualquier tipo de idea podría considerarse, a mi consideración, un nivel superior en la escala de la innovación.
En fin, discusión estancada, sin solución ante el prejuicio de qué es productivo y qué no lo es. Se establece que cada camino en el que se ha de estar, es una suma de elecciones individuales, pero no siempre es así.
En fin, el regreso en el metro estuvo bien. Dos que tres bromas acerca de su funcionamiento y los pocos recursos con lo que se cuentan para mantener el orden y el buen funcionamiento.
Por cierto, el sentimentalismo, ese en cada oración vino de regalo por mera nostalgia.
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