He de decir esto: creo que mis pensamientos cobijan cierta espiritualidad con algo superior a cualquiera de nosotros.
Ayer estaba en Tepoztlán, un lugar increíble. Mi hermana me invitó a ir junto con una amiga. Estuve muy feliz, después pasamos con otra amiga de ella para conocer el pequeño negocio que estaba emprendiendo y que con mucho esfuerzo están sacando adelante, de papitas.
Y entre una cosa y otra, pensé: debemos ser los más consentidos de todo lo superior, porque tenemos tantas cosas y tanta vida que nos sirve, nos ayuda y nos hace sentir muy bien. Se nos ha de querer tanto porque seguimos estando en lo más alto del consentimiento
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