¿Cómo va?..."no hay más tonto que el que no quiere ver", o, ..."tanta gente no puede estar equivocada".
Porque ese soy yo ¿no?...el que no quiere ver qué hay algo más, que me equivoco (aunque pase la mitad de día pensado qué estoy haciendo y por qué), porque los detalles siempre importan, porque cada vez se descubre algo nuevo.
Parece que entre más vemos menos sabemos, y entre más nos aislamos más entendemos.
¿Pero por explico esto? ¿Quién invertiría su tiempo así?
Parece también que esto ya no se trata de quién hace mejor las cosas, sino quién es más tonto, más tosco, más vulgar, más cínico, más sucio (aunque la suciedad no hable de mugre) bueno, me imagino que ya no se busca quién la hizo sino quién la paga, aunque estoy seguro que mi objetivo no es ese.
En la búsqueda constante de un Dios, que se muestra muy distinto de lo que son en cada cosa que se descubre, me di cuenta que es esto así, ir descubriendo los detalles de un Dios que hizo un mundo para descubrir (...falta parte importante aquí que no sé cómo explicar).
Y entonces, la única reafirmación de que uno está "haciendo bien las cosas" termina en "tanta gente no puede estar equivocada" cuando "vemos sin ver y oímos sin escuchar".
Y así terminé con los adjetivos más humanos que a un Dios jamás se le hubiera ocurrido poner y en las situaciones más absurdas con las personas que alguien jamás pensaría vivir.
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