Imaginemos que cada una de nuestras decisiones no está influenciada, es única y personal. ¿Qué caminos elegiríamos?.
Ahora imaginemos lo contrario, que nuestras decisiones son influenciadas por las personas, sus acciones y lo que esperan que hagamos.
¿En qué medida tenemos la verdadera habilidad de ser libres?
¿Jugamos con la verdad y también con la mentira para obtener lo que necesitamos?
¿Esa es la manera correcta de hacer las cosas?
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