Así fue, muchas veces sentía que estábamos en cierta desventaja, cometí errores, ya no quería hacerlos, pero solo así tal vez mis culpas pudieran ser un poco más equilibradas. No estoy al final tan seguro si eso ayudó, espero que sí, pero no tenía otra manera para que pudiéramos estar más empates, tal vez fue por una idea de justicia, porque supe que hubo un momento en que hubieras hecho todo por mí.
Me dolió mucho cuando me juzgaste, porque al igual que tú, que mantuviste tantos secretos, yo solo mantenía uno.
Esto es una manera extraña de explicarme y justificarme, pero también me pesa que te haya roto el corazón.
También, no voy a negar, que hubo errores sin ninguna intención, en esos sí me siento bien avergonzado.
Parte del inicio del “todo esto” me imagino que fue mi necedad para querer siempre “salvar” las cosas más bonitas que he sentido, sopesando lo vivido. Nunca quise hacerte mal.
Espero que cuando leas esto, me entiendas un poquito más, es extraño como al “querer”, uno puede perderse por el enredo de las circunstancias.
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